Ey, artista. Si alguna vez has pensado “quiero ser dibujante profesional” pero no sabes ni por dónde empezar, quédate, porque lo que vas a leer no sale de un libro de autoayuda ni de frases vacías. Esto va de cómo es en realidad vivir del dibujo. Donde hay grandes logros, pero también momentos de m****.
Hoy te traigo a Fran P. Lobato, un artista que tengo el privilegio de decir que arrancó siendo fan del canal de Dibujar Bien y que hoy vive de su arte, dando clases, publicando cómics y petándolo con ilustraciones en cartas de juego.
A este crack lo conocí en la Madrid Comic Con. Y no, no se convirtió en dibujante profesional por un don mágico. Te lo digo para que bajes del Olimpo a los artistas que ya lo han conseguido y dejes de pensar que esto no es para ti. Fran es un tío normal, con sus miedos y sus bloqueos, que un día decidió apostar a lo grande.
Nadie nace aprendido (y menos siendo artista)
Su inicio es un pelín particular. Fran venía de currar como arquitecto técnico, midiendo muros y estructuras, hasta que un día la vida —y una crisis económica de campeonato— le pegó un empujón. Entonces recordó que dibujar era lo que lo emocionaba, lo movía y que cuando lo hacía, pasaba horas y horas disfrutándolo. Así que decidió dejar de considerarlo “solo un hobby”.
Empezó a practicar como un loco, a reventar cuadernos, probablemente como tú ahora. Pero con una gran diferencia. Fran había entendido algo clave: ser dibujante profesional no va solo de clavar anatomía o hacer dibujos bonitos.
Va de transmitir, de contar algo con tu trazo.
De hecho, rescato esta frase muy potente. Para que veas que no me guardo las cosas por aquí, sino que te lo comparto todo.
“Primero controla la realidad y luego la mandas a tomar por saco.”
Tal cual. Aprendió a dibujar “correcto” y después a romperlo con estilo. Esa libertad no llegó de la noche a la mañana: antes tuvo que superar años de rigidez mental y quitarse de encima su propio perfeccionismo.
¿Y cómo se encuentra el estilo cuando quieres ser dibujante profesional?
Aquí te ahorro años de “búsqueda inútil ”: tu estilo no se encuentra, tu estilo se hace.
No es un superpoder que cae del cielo. Surge de probar, fallar, mancharte las manos y, sobre todo, de dibujar lo que te da la gana. Eso hizo Fran en un Inktober, cuando empezó a deformar personajes de Naruto sin piedad y la gente flipó.
Recuerda esto, artista. Lo importante no es copiar modas o solo buscar encajar en la industria, sino entender dónde encuentras el disfrute al dibujar.
Porque si odias hacer fondos y llenas tu portfolio de fondos… spoiler: te van a contratar para dibujar fondos. Y luego vendrán los lloros, el tirar la toalla y el “esto no es para mí”.
Lo que no te cuentan de ser dibujante profesional
Mira, aquí no vendemos humo. Dibujar para vivir no es solo inspiración y aplausos. Hay días en que el lápiz pesa mil kilos, en que el cliente cambia de idea a última hora, en que la inseguridad te atrapa. Y sí, toca seguir dibujando aunque no te apetezca un carajo. Es un trabajo.
Fran lo sabe bien. Estuvo dos años currándose un webtoon con toda su ilusión para que, por temas de política editorial, casi nadie llegara a leerlo. Una paliza emocional, vamos. Pero aprendió una cosa:
Si vas a cobrar poco, al menos dibuja lo que te salga del alma.
Y yo le suscribo palabra por palabra. Un consejo de sabio especialmente si estás comenzando en tu camino como artista.
Las redes sociales para un dibujante profesional: ¿ángel o demonio?
Para mí:
“Las redes sociales son la esclavitud 2.0.”
Subir, subir, subir… para que el algoritmo decida si mereces ser visto. Trabajando gratis, generando contenido para que otros se forren con la publi. Un circo.
Pero aunque no esté muy de acuerdo con ese sistema, Fran confiesa que sin Instagram, no habría pillado ni el 90% de sus trabajos. El truco es mostrar solo lo que realmente quieres que te encarguen. Porque el portfolio (incluido Instagram) es un anzuelo: atraes lo que enseñas.
Mi resumen de esta pedazo de charla
Si de verdad quieres ser dibujante profesional, esta charla es oro.
Pero si vas con prisa, aquí te dejo lo esencial:
👉 Dibuja todos los días. Más que talento, vale la constancia.
👉 Entrena la cabeza. Sin fortaleza mental, el bloqueo te come vivo.
👉 Enséñate al mundo con criterio. Si nadie te ve, no existes profesionalmente. Y recuerda muestra lo que quieres hacer, no me llenes las redes de retratos cuando es la parte que más odias.
Ser dibujante profesional no es un camino recto ni fácil. Fran lo demuestra: cambió de sector, se comió proyectos fallidos, aguantó frustraciones y aun así sigue ahí, dibujando cada día con pasión y viviendo de ello.
¿Y tú, te atreves?
Si ahora mismo te sientes como Fran al principio —con ganas, pero sin dirección—, no hace falta que lo pelees solo. Tenemos la solución, nuestra nueva formación:
En DE 0 A PRO te damos la mano.
Aquí no va solo de aprender una técnica suelta y 4 vídeos. Esto va de entrenar contigo, que tengas feedback real y sepas dónde atacar para pulir tus diseños. Es decir, el mapa, el feedback y la guía que nos hubiera gustado tener cuando empezamos.
Todo para que, si decides ser dibujante profesional, tengas las herramientas y el apoyo para lograrlo.
👉 Apúntate aquí y empieza el viaje.
GRACIAS POR DIBUJAR BIEN