¿Qué es el Síndrome del Impostor que solemos llevar los artistas dentro?
Hay algo que pueden tener en común un artista que lo está petando con uno que está dando sus primeros pasos.
Y es esa voz que te dice que no vales, que llegaste por suerte, que lo que haces no está a la altura… aunque estés animando en uno de los estudios más prestigiosos del mundo.
Esa voz tiene nombre: síndrome del impostor.
No te des con el látigo porque no es solo cosa tuya.
Según estudios, más del 70% de las personas lo han sentido alguna vez, y en el mundo artístico es casi un idioma común.
Un murmullo interno que te susurra como si te odiara.
«Esto es basura.»
«No eres tan bueno como crees.»
«Si contratan a otro, lo haría mejor.»
Y lo peor es que decides que tiene la razón, aunque las pruebas digan lo contrario.
¿Por qué es tan común el síndrome del impostor en artistas?
Fácil de responder. Porque el arte es un espejo.
Es subjetivo, íntimo, vulnerable. Escribimos, dibujamos, diseñamos, animamos… con las tripas. Y cuando alguien lo ve, sentimos que nos están mirando por dentro.
En ese escenario, el síndrome del impostor entra como Pedro por su casa. Nos hace creer que los demás tienen un “algo” que nosotros no. Que si conseguimos algo fue por error del sistema. Que estamos engañando a todos.
Y así, mientras sigues esforzándote como un loco, dibujando hasta las tantas o puliendo un rig durante horas, el impostor sigue sentado en tu hombro diciéndote que no es suficiente. Que eres una mentira con patas.
De hecho, Guillem Ignasi, uno de los alumnos a los que tuve el placer de enseñar dibujo en la Escuela de Dibujar Bien de Palma y que ha logrado convertirse en un animador de stop motion de uno de los estudios más relevantes del mundo: Laika, también lo ha sentido.
Entre consejos de cómo entrar en la industria y su proceso creativo: lo soltó. A veces se pregunta qué m**** acaba de hacer, pero luego llegaba el supervisor y le decía lo fantástico que era el resultado.
Y aunque el reconocimiento de alguien a quien admiramos ayuda no es la solución completa. Como dice Guillem, “Nunca se va, pero aprendes a reconocerlo y a no dejar que te detenga”.
Síntomas que delatan al síndrome del impostor.
Ojo a estos momentos porque seguro que más de uno resuena contigo y es una muestra de que su voz se ha colado en tu estudio.
- Te cuesta recibir elogios sin minimizarlos con un “bah, no es para tanto.”
- Trabajas de forma obsesiva, como si así pudieras “justificar” tu talento.
- Tienes éxito y en lugar de celebrarlo, piensas que fue un golpe de suerte.
- Te comparas con otros artistas y siempre sales perdiendo, aunque objetivamente no sea cierto.
- Sientes que en cualquier momento “te van a descubrir”.
Tú, yo, y probablemente hasta el tipo que diseñó al Genio de Aladdin, también lo ha sentido. Porque no se trata de tu nivel, sino de cómo te ves a ti mismo.
Y la pregunta del millón: ¿Cómo bajarle el volumen al impostor?
No hay exorcismo definitivo, pero sí muchas formas de bajarle los humos. Hace un tiempo, me animé a hablar de esto en profundidad en una charla sobre el síndrome del impostor para artistas, donde compartí herramientas, reflexiones y algunos exorcismos útiles.
👀 1. Reconócelo
Saber que esa voz no eres tú, sino una parte de ti, ya es un paso gigante.
🫂 2. Rodéate de comunidad
Creo firmemente en el poder de la tribu. En el Discord de Dibujar Bien somos una comunidad de más de 1000 artistas en los que cada semana tenemos un reto de dibujar el tema asignado para no dejar que la procrastinación sea un compañero de vida. Además de tener un espacio para compartir avances, dudas y desafíos sin miedo al juicio externo. Si no estás allí, entra por este acceso.
Y si quieres dar un paso más allá, formándote como artista, con una tribu de profesores que ya han logrado de vivir de su arte y creado diseños capaces de enamorar a una audiencia, te presentamos el máster privado de Concept Art Studio CAS.
Una formación práctica, con feedback contante, mentores y hasta un terapeuta especializado en el mindset que debe tener un artista para hacerse un hueco en la industria.
Porque bien no solo va de líneas y de técnicas, sino de tener la MENTALIDAD necesaria también.
🎯 3. Repite, falla, mejora
Haz. Termina cosas. Comparte. Aprende. Recibe feedback. Mejora. Vuelve a hacer.
Mejor hecho que perfecto, artista. Y eso también es AVANZAR.
💥 4. Valida lo que ves
Si te cuesta verlo tú, apóyate en otros que sí lo vean. Muestra tu arte, pide opinión, toca puertas y sigue el gran tip que Guillem nos dejó en esta entrevista. Escribe a gente que admiras, enséñales tu trabajo y que te den feedback de cómo podrías hacerlo más impactante.
Artista, NO estás roto. Estás en PROCESO.
No sé si te lo han dicho últimamente, pero lo estás haciendo bien. Y si estás dudando de ti ahora mismo, permíteme decirte algo que quizás necesites escuchar: si estás leyendo este artículo o visto la entrevista con Guillem, es porque te importa tu camino. Porque quieres mejorar. Porque lo llevas dentro.
Igual que Guillem. Igual que yo. Igual que tantos artistas que seguimos aquí, dándole a la tableta, al lápiz, al frame a frame… mientras esa vocecilla intenta echarnos hacia abajo. Pero no le vamos a dar el escenario.
No eres un impostor.
Eres un artista en evolución.
Y eso, créeme, ya es un montón.
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Compártelo con ese colega artista que necesita dejar de autoflagelarse y empezar a confiar en su talento.
Nos vemos al otro lado del miedo, donde el lápiz tiembla… pero sigue dibujando.
PD. Si quieres échale un ojo en profundidad al trabajo de Guillem, te dejamos aquí una galería.

GRACIAS POR DIBUJAR BIEN.